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¿Por qué Israel?: Introducción

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COMPRENDIENDO EL LUGAR DE LA NACIÓN DE ISRAEL
TRES RAZONES PRINCIPALES POR LAS QUE HAY QUE ENTENDER EL LUGAR DE ISRAEL
ORACIÓN FINAL - EFESIOS 1:15-21

COMPRENDIENDO EL LUGAR DE LA NACIÓN DE ISRAEL

A. Para muchos creyentes hoy en día el lugar y significado de la nación de Israel en la Biblia y en la historia son sinónimos de confusión, conflicto y controversia. Algo irónico es que en el tiempo de Jesús y los apóstoles la confusión, el conflicto y la controversia surgieron principalmente en torno a nosotros los gentiles. Específicamente en cuanto a cómo debíamos relacionarnos con el Dios de Israel, por medio del Mesías de Israel (Jesús), a fin de que pudiéramos entrar al Reino de Israel en la venida del Señor.

B. Leamos varios pasajes que pongan esto en perspectiva:

Mateo 2:6 ‘Y tu, Belén, tierra de Judá, De ningún modo eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un Gobernante Que pastoreara a Mi pueblo Israel.’”

Mateo 15:22–28 22 Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: “Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada.” 23 Pero El no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, Le rogaban: “Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros.” 24 Y Jesús respondió: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” 25 Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: “¡Señor, ayúdame!” 26 Y El le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos (Israel), y echárselo a los perrillos (los Gentiles).” 27 Ella respondió: “Sí, Señor (humilde reconocimiento de la elección); pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.” 28 Entonces Jesús le dijo: “Oh mujer, grande es tu fe (en el Mesías de Israel); que te suceda como deseas.” Y su hija quedó sana desde aquel momento.

Mateo 19:28 Jesús les dijo: “En verdad les digo que ustedes que Me han seguido, en la regeneración (esto es cuando venga el Reino en la venida de Jesús), cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria (en Jerusalén), ustedes se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Lucas 1:54–55 54 “Ha ayudado a Israel, Su siervo, Para recuerdo de Su misericordia (amor-leal al pacto) 55 Tal como dijo a nuestros padres, A Abraham y a su descendencia (simiente) para siempre.”

Lucas 1:67–73 67 Su padre Zacarías (el padre de Juan el Bautista) fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo: 68 “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, Porque nos ha visitado y ha traído redención para Su pueblo (Israel), 69 Y nos ha levantado un cuerno de salvación En la casa de David Su siervo, 70 Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos, 71 Salvación de nuestros enemigos Y de la mano de todos los que nos aborrecen; 72 Para mostrar misericordia (amor-leal) a nuestros padres, Y para recordar Su santo pacto, 73 El juramento que hizo a nuestro padre Abraham…

C. De hecho, este asunto acerca de entender correctamente a Israel no es nada nuevo, ya que el apóstol Pablo tuvo que tratarlo de manera muy particular en su carta a los creyentes en Roma:

Romanos 11:25–27 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoren este misterio (el plan divino en la Ley y los Profetas que ahora ha sido revelado), para que no sean sabios en su propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado (comenzado) la plenitud (el cumplimiento acerca) de los Gentiles. 26 Así, todo Israel será salvo, tal como está escrito: “El Libertador vendrá de Sion; apartara la impiedad de Jacob. 27 Y este es Mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.”

TRES RAZONES PRINCIPALES POR LAS QUE HAY QUE ENTENDER EL LUGAR DE ISRAEL

A. En este seminario mi meta es presentar tres razones principales por las cuales es crucial crecer en revelación y entendimiento acerca de la elección y el destino eterno de la nación de Israel. En esta primera sesión voy a introducir estas tres razones y luego oraremos para que el Espíritu Santo nos dé un profundo sentido de urgencia y una plena convicción al respecto.

B. Las tres razones son:

  1. Nuestro entendimiento de las Escrituras – ¿Cómo nuestra idea acerca de Israel afecta la manera en que leemos, entendemos (interpretamos) y aplicamos la Biblia? ¿Leemos y estudiamos las Escrituras como “los oráculos (declaraciones) de Dios” que les fueron “confiados” a los profetas judíos (Rom. 3:1-2) o como un libro acerca de principios espirituales para nuestro beneficio personal? ¿Reconocemos la verdad de Dios acerca de los pactos con Su pueblo o “espiritualizamos” la Biblia para acomodarla a nuestra propia agenda teológica?

Si somos sinceros con nosotros mismos y con Dios es imposible negar que el mensaje de la Biblia esté principalmente enfocado en el llamado y las promesas de ese pueblo. Pero entonces, ¿por qué es relevante ese mensaje para los creyentes gentiles? Y, ¿cómo nos relacionamos con ese mensaje?

  1. El conocimiento de Dios, de su Hijo Jesús y del Evangelio – ¿Cuál es nuestra idea de quién es Dios? ¿Es acaso el Dios de Israel o el dios de los filósofos? ¿Cómo vemos al Señor Jesús? ¿Cómo al Mesías judío o cómo a un “Cristo celestial” sin ninguna identificación étnica? ¿Cuál entonces es nuestra idea acerca del evangelio? ¿Es el evangelio del Reino de David que será restaurado en el Día del Señor o un evangelio gnóstico acerca de escapar al “cielo” y flotar en una nube para siempre?

Estas preguntas pudieran ser ofensivas para algunos aunque mi intención no es ser ofensivo en lo más mínimo. Sin embargo, si hemos de ser verdaderos para con Dios y para con los hombres debemos cuestionar en amor y humildad muchas ideas que aceptamos como “sana doctrina” en la actualidad pero que hubieran sido absolutamente extrañas para Jesús y sus apóstoles. En última instancia lo que está en juego es nuestra convicción acerca de quien Dios y nuestra proclamación de Jesús y Su evangelio.

  1. La urgencia por prepararnos para la tribulación del fin del siglo – ¿Cómo debemos responder ante la crisis que se intensifica en las naciones de la tierra, particularmente en Israel y el Medio Oriente? Aún más importante, ¿escucharemos las advertencias de Dios en su Palabra o nos mantendremos indiferentes a la voz de su Espíritu? ¿Cuál será nuestra actitud hacia el pueblo judío según se acerca más y más el tiempo de tribulación y de angustia para Jacob (Jer. 30:7)? ¿Sufriremos con ellos y por ellos o traicionaremos a su Mesías nuestro Señor al ser arrastrados por la violenta corriente de antisemitismo que arropa la tierra? ¿Perseveraremos hasta el fin o abandonaremos al Señor que nos amó hasta la muerte?

Sin lugar a dudas, nuestra fe y convicciones acerca del Señor, su Palabra y aún su elección del pueblo judío serán probadas en el fuego de la gran tribulación. Por eso realmente este es un asunto de vida o muerte con implicaciones eternas. ¡NO podemos darnos el lujo de continuar ignorando las sobrias palabras del Señor y sus profetas! ¡Es crucial que respondamos a ellas de todo corazón!

C. Por eso creo que estas tres cosas son extremadamente importantes y probablemente lo que debería ser más relevante en la agenda de la iglesia. Sabiendo que realmente no se trata para nada de exaltar a Israel o de ser “mesiánicos”, más bien se trata de reconocer y honrar la sabia elección del Señor soberano y darle la gloria y alabanza que le corresponde sólo a Él como el Dios de Israel.

Salmo 117 1 Alaben al Señor, naciones todas; Alábenle, pueblos todos. 2 Porque grande es Su misericordia (amor leal) para con nosotros (Israel), Y la fidelidad del Señor (al pacto con Israel) es eterna. ¡Aleluya! (La lógica es que el amor leal y la fidelidad de Dios al pacto con Israel redunda en bendición y salvación para el resto de las naciones por lo cual las naciones alaban al Dios de Israel precisamente por ser fiel a Israel.)

Mateo 15:29–31 29 Pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y vinieron a Él grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y El los sanó; 31 de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.

Romanos 11:28–36 28 En cuanto al evangelio, son enemigos (de Dios) por causa de ustedes (los gentiles, a fin de mostrar misericordia a quienes somos por naturaleza enemigos de Dios y de Israel), pero en cuanto a la elección de Dios, son amados por causa de los padres (los pactos con los padres, ver Exo. 2:23-25; 6:1-8; Sal. 105:42-43). 29 Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. 30 Pues así como ustedes en otro tiempo fueron desobedientes a Dios, pero ahora se les ha mostrado misericordia por razón de la desobediencia de ellos, 31 así también ahora éstos han sido desobedientes, para que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia. 32 Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos. 33 ¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos! 34 Pues, ¿quien ha conocido la mente del Señor? ¿o quien llego a ser Su consejero? 35 ¿o quien Le ha dado a El primero para que se le tenga que recompensar? 36 Porque de Él, por El y para El son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.

Romanos 15:8–12 8 Pues les digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios (al pacto con Israel), para confirmar las promesas dadas a los padres, 9 y para que los Gentiles glorifiquen a Dios por Su misericordia, como está escrito: “Por tanto, Te confesare entre los Gentiles, y a Tu nombre cantare.” 10 Y vuelve a decir: “Regocíjense, Gentiles, con Su pueblo.” 11 Y de nuevo: “Alaben al Señor todos los Gentiles, y todos los pueblos Lo alaben.” (citando el Salmo 117) 12 Y a su vez, Isaías dice: “Retoñara la raíz de Isaí, el que se levanta a regir a los Gentiles; Los gentiles pondrán en El su esperanza.”

ORACIÓN FINAL - EFESIOS 1:15-21

Efesios 1:15-21 15 Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre ustedes (creyentes gentiles), y de su amor por todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por ustedes, mencionándolos en mis oraciones, 17 pido que el Dios de nuestro Señor Jesús el Mesías, el Padre de [la] gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él (el Mesías judío). 18 Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento (la esperanza de Israel, Hch. 28:20), cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, 19 y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de Su poder. 20 Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, 21 muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero.