Una declaración de lealtad y obediencia exclusiva a Dios, basada principalmente en Deuteronomio 6.4-9, es recitada dos veces al día por la comunidad judía practicante. Tradicionalmente se le conoce como ‘La Shema’. El Señor Jesús dio testimonio de su importancia (Mar. 12.28-30) y para el apóstol Pablo fue de hecho central en su teología de inclusión (Rom. 3.29-31; 1 Cor. 8.4-6).